lunes, 9 de mayo de 2005

Llamado a la cordura y a la moralidad

Por el Imperio del Derecho Centro de Estudios Jurídicos


Los abogados en el libre ejercicio de la profesión y los jueces se han pronunciado al seleccionar sus candidatos para sustituir a los representantes de sus gremios en el Consejo Nacional de la Judicatura. La decisión de los que tendrán la capacidad de formar y seleccionar a quienes van a impartir justicia, a quienes van a decidir sobre los derechos de los salvadoreños, serán responsables de la paz social y satisfacción con el régimen jurídico y político que exista en nuestro país o la falta de este, está en manos de la Asamblea Legislativa.


Al igual que todos los años en que hay elecciones de candidatos hacemos un llamado a la cordura y a la moralidad de los representantes del pueblo en el parlamento.


Tienen en sus manos una tarea importante y que va a decidir el destino de millares de personas, quizás el de ellos mismos y sus familias.


Deben escoger a quienes tengan las mejores cualidades para desempeñar el cargo a que han sido propuestos, a quienes sean una garantía de honradez y capacidad.


Algunas de las experiencias de años anteriores han sido alentadoras, pero las perspectivas para esta elección crean gran preocupación entre quienes quieren una eficaz administración de justicia.


La interferencia política en las elecciones gremiales no es ninguna novedad, aunque nunca antes se había dado una intervención tan directa y evidente.


No es la orientación política de los candidatos lo que importa, sino si son personas probas y pueden ejercer su labor con capacidad e independencia.


Algunos candidatos que apoyan abiertamente algunos sectores políticos distan mucho de poseer esas cualidades.


FESPAD solicitó a la Asamblea formar una comisión especial para investigar el manejo de las elecciones gremiales y no fue escuchada. Es una lástima porque el proceso contuvo irregularidades en las que estaba en juego el respeto a la voluntad del parlamento.


Hace menos de tres años, la Asamblea reformó la Ley del Consejo Nacional de la Judicatura estableciendo que no podían ser candidatos quienes desempeñaran cargos públicos, y la Federación de Asociaciones de Abogados de El Salvador no aceptó la inscripción de varios candidatos propuestos por algunas asociaciones por encontrarse en tal circunstancia, pero sí aceptó la de un funcionario público que se encuentra en la lista de candidatos. ¿Por qué se permitió esto, si esa misma persona publicaba su currículo en donde aparecía que desempeñaba el cargo? ¿Acaso se subsana la ilegalidad porque ha presentado su renuncia con posterioridad a la elección? No, debió haberla presentado antes de ser inscrito como candidato.


Es por casos como estos que resulta procedente y justificable un mayor control sobre FEDAES, al no poder o no querer esta hacer cumplir la ley.

¿Qué hay de los que son personas de conducta notoriamente viciada y han logrado acceder a las listas de candidatos moviendo al gremio con promesas como: “Si yo llego al Consejo, solo voy a proponer candidatos para magistrados de la Corte a los que se comprometan a eliminar el examen de notariado”. ¿Qué hay de personas que tienen título falso, que además presentaron a una oficina estatal documentación falsificada para disimular su situación y que han venido usando todo tipo de subterfugios para engañar a todos sobre la legitimidad de su grado académico? Es fácil imaginarse por qué pretenden estas personas ocupar un cargo en el Consejo y lo que harán en el mismo.


La próxima elección de miembros del Consejo Nacional de la Judicatura es otra prueba para los diputados. Deben demostrar que están comprometidos con la institucionalidad del país y el bienestar del pueblo salvadoreño al elegir a los mejores. Que los intereses particulares o partidistas no priven, sino el interés general.


Deben recordar que la población está a la expectativa de sus decisiones, especialmente en vísperas de un relevo legislativo.

lunes, 2 de mayo de 2005

El vital líquido y su marco legal

El Imperio del Derecho / Centro de Estudios Jurídicos


El agua constituye un bien esencial para todas las personas y con el crecimiento poblacional se incrementa la demanda. La deforestación, los cambios de uso del suelo, la contaminación tanto bacteriana, física como química, muchas veces no permiten su aprovechamiento aunque se posea físicamente.


En su último informe el PNUD subraya la necesidad de mejorar los servicios de agua para la población como un medio insustituible para contar realmente con una mejor calidad de vida. La administración del recurso hídrico en nuestro país ha caminado en medio de un marco legal trasnochado. A ello se añade un marco institucional centralista, con baja planificación y una ausencia de políticas tendientes a educar al consumidor para contar con un mejor aprovechamiento del vital líquido.

Todos los países del istmo centroamericano, a excepción de El Salvador, están clasificados por la Organización Meteorológica Mundial como países con pocos problemas de escasez; de donde para nosotros sí se trata de un tema que debemos abordar urgentemente, de forma serena, sin politización alguna y en profundidad.


El presidente de ANDA ha dicho: “El recurso del agua se agota, ya que el suelo no recarga y no existe capacidad de infiltración. El subsuelo almacena agua, pero no tenemos esa visión de que el agua lluvia llegue a los mantos bajo el suelo superficial. Es necesario entonces estimular la recarga acuífera”.


Revisando la norma constitucional, encontramos que el artículo 117 dispone: “Es deber del Estado proteger los recursos naturales, así como la diversidad e integridad del medio ambiente, para garantizar el desarrollo sostenible. Se declara de interés social la protección, conservación, aprovechamiento racional, restauración o sustitución de los recursos naturales, en los términos que establezca la ley”. A la luz de la norma citada, el Estado le ha conferido a la empresa estatal ANDA una enorme responsabilidad en el manejo del agua, con lo cual se le obliga a dar soluciones de raíz, con innovación; pero lo que realmente se desea al final del día es que toda la población se beneficie y reciba tan preciado líquido sin interrupción y a un precio razonable.


Recientemente nos enteramos de que el Ministerio de Medio Ambiente planea elaborar un anteproyecto de Ley de Aguas a fin de sacar provecho de las lluvias. Asimismo hemos leído la nueva Ley de Áreas Protegidas que puede ser un complemento de aquella iniciativa e intentar la no propagación de contaminación de los ríos y mantos acuíferos.


Lo anterior nos parece bien, pero el esfuerzo del gobierno central será en vano si no evalúa en el corto plazo el rendimiento de una institución como ANDA, si se deja sin revisar la telaraña administrativa y normativa vigente y si no se consideran en su justa dimensión las alternativas que se puedan dar al tema del agua; esto es, explorar formas inteligentes que den respuesta inmediata al calvario que a diario pasan muchos salvadoreños para agenciarse un poco de agua.


Finalmente indicar que celebramos la existencia del Plan Hidro 2009, pero este no solo debe orientarse a “paliar” el déficit que existe en la actualidad, sino que debe analizar el tema del agua como un sistema a fin de dar respuestas urgentes para que una buena parte de la población reciba finalmente el preciado líquido.