lunes, 2 de mayo de 2005

El vital líquido y su marco legal

El Imperio del Derecho / Centro de Estudios Jurídicos


El agua constituye un bien esencial para todas las personas y con el crecimiento poblacional se incrementa la demanda. La deforestación, los cambios de uso del suelo, la contaminación tanto bacteriana, física como química, muchas veces no permiten su aprovechamiento aunque se posea físicamente.


En su último informe el PNUD subraya la necesidad de mejorar los servicios de agua para la población como un medio insustituible para contar realmente con una mejor calidad de vida. La administración del recurso hídrico en nuestro país ha caminado en medio de un marco legal trasnochado. A ello se añade un marco institucional centralista, con baja planificación y una ausencia de políticas tendientes a educar al consumidor para contar con un mejor aprovechamiento del vital líquido.

Todos los países del istmo centroamericano, a excepción de El Salvador, están clasificados por la Organización Meteorológica Mundial como países con pocos problemas de escasez; de donde para nosotros sí se trata de un tema que debemos abordar urgentemente, de forma serena, sin politización alguna y en profundidad.


El presidente de ANDA ha dicho: “El recurso del agua se agota, ya que el suelo no recarga y no existe capacidad de infiltración. El subsuelo almacena agua, pero no tenemos esa visión de que el agua lluvia llegue a los mantos bajo el suelo superficial. Es necesario entonces estimular la recarga acuífera”.


Revisando la norma constitucional, encontramos que el artículo 117 dispone: “Es deber del Estado proteger los recursos naturales, así como la diversidad e integridad del medio ambiente, para garantizar el desarrollo sostenible. Se declara de interés social la protección, conservación, aprovechamiento racional, restauración o sustitución de los recursos naturales, en los términos que establezca la ley”. A la luz de la norma citada, el Estado le ha conferido a la empresa estatal ANDA una enorme responsabilidad en el manejo del agua, con lo cual se le obliga a dar soluciones de raíz, con innovación; pero lo que realmente se desea al final del día es que toda la población se beneficie y reciba tan preciado líquido sin interrupción y a un precio razonable.


Recientemente nos enteramos de que el Ministerio de Medio Ambiente planea elaborar un anteproyecto de Ley de Aguas a fin de sacar provecho de las lluvias. Asimismo hemos leído la nueva Ley de Áreas Protegidas que puede ser un complemento de aquella iniciativa e intentar la no propagación de contaminación de los ríos y mantos acuíferos.


Lo anterior nos parece bien, pero el esfuerzo del gobierno central será en vano si no evalúa en el corto plazo el rendimiento de una institución como ANDA, si se deja sin revisar la telaraña administrativa y normativa vigente y si no se consideran en su justa dimensión las alternativas que se puedan dar al tema del agua; esto es, explorar formas inteligentes que den respuesta inmediata al calvario que a diario pasan muchos salvadoreños para agenciarse un poco de agua.


Finalmente indicar que celebramos la existencia del Plan Hidro 2009, pero este no solo debe orientarse a “paliar” el déficit que existe en la actualidad, sino que debe analizar el tema del agua como un sistema a fin de dar respuestas urgentes para que una buena parte de la población reciba finalmente el preciado líquido.

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