Centro de Estudios Jurídicos
El sábado 18 de marzo se llevaron a cabo las elecciones del gremio de abogados para elegir a sus candidatos para magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Gran número de colegas acudieron a votar y lo hicieron responsablemente, por lo que no aparecen entre los electos algunas personas que fueron candidatos, pero que no tienen las cualidades académicas o morales para ocupar una magistratura en el más alto tribunal del país. Es el momento de agradecer a los votantes su actuación. En su mayoría, votaron por quienes les ofrecieron una oferta seria y honesta
Especialmente, agradecemos a quienes dieron su voto por los candidatos propuestos por el Centro de Estudios Jurídicos. Tres de ellos, Óscar Humberto Luna, Evelyn Roxana Núñez Franco y Francisco Rafael Guerrero Aguilar, forman parte de la lista de candidatos. Nos enorgullecemos de ellos y de haber propuesto al gremio una planilla que constituía una garantía de compromiso social y de respeto a la Constitución y la ley.
No debemos empañar este triunfo gremial con declaraciones impertinentes o falsas que causan confusión en la población. Como en otras elecciones hemos oído a alguien manifestar. “Exigimos a la Asamblea Legislativa que respete la voluntad del gremio.” ¿Qué significa esto? ¿Acaso alguna vez la Asamblea la ha irrespetado escogiendo a alguien que no aparecía en la lista de candidatos que le fue enviada? Ante el Órgano Legislativo todos los candidatos, más los propuestos por el Consejo Nacional de la Judicatura, están en igualdad de oportunidades. La revisión por la Asamblea Legislativa es necesaria. A veces, los mejores candidatos no triunfan porque los abogados jóvenes o de otra zona del país no los conocen o porque muchos abogados no votan con conciencia de su elevada obligación. No siempre, ni en la elección pasada, la selección del gremio es la adecuada; si como ya sucedió, un dueño de negocios ilícitos y vinculado a actividades más que sospechosas es electo con gran número de votos, ¿estarían pidiendo que se respete la voluntad del gremio?
Es por eso que la elección de quince candidatos por el CNJ, que complementan a los seleccionados por los abogados es tan importante. Un grupo reducido de personas puede examinar las cualidades de los candidatos sin los apasionamientos que se dan en la elección general y proporcionar una lista que complementaria que reúna candidatos con altas cualidades de una manera más uniforme. Los miembros del consejo tienen sobre sus hombros una responsabilidad directa grave e importante.
Sin embargo, nunca ha sido mayor el temor que el CNJ seleccione una lista inadecuada. La interferencia de los políticos en la elección de candidatos a magistrados ha sido mayor y más evidente que nunca y el deseo de muchos no es que el consejo escoja a los mejores candidatos, sino a quienes a ellos les complazca, aun cuando no tengan las cualidades necesarias. Cuando vemos los nombres de los pocos interesados en ser nominados por el CNJ que se han dado a conocer, tenemos razón de preocuparnos.
Vemos que aspiran ir a la Corte personas que, aunque tienen título académico en Ciencias Jurídicas (aunque se dude de su legitimidad) y están autorizados para el ejercicio de la abogacía, jamás la han ejercido, ni el notariado o la judicatura ni ninguna otra profesión jurídica, sino que han estado dedicados a la política y ocupando cargos públicos y partidarios de carácter no jurídico; están tan capacitados para ir a la Corte como para desempeñar el puesto de neurocirujano en un hospital público. Sin embargo, muchos políticos están muy dispuestos a promocionarlos, como si las magistraturas fueran cargos a repartir entre sus militantes.
Es el turno del CNJ. Es hora de que sus miembros demuestren su patriotismo, su sabiduría, su compromiso con la justicia y la profesión que escogieron. Esperamos que no decepcionen a todo el país, sino que escojan a los candidatos más idóneos basándose en la experiencia y buena reputación de los mismos.