lunes, 11 de septiembre de 2006

Diagnóstico de la abogacía en El Salvador (I)

Centro de Estudios Jurídicos / Por el imperio del derecho


Con el fin de realizar un aporte al mejoramiento de la profesión de la abogacía en El Salvador, y contar con un panorama objetivo de la realidad de nuestro gremio, intentaremos esbozar un diagnóstico sobre la situación actual de los profesionales del derecho. Dada la multiplicidad de aspectos que deben tratarse, se hace necesario establecer criterios que permitan destacar los aspectos de mayor importancia para la elaboración de un diagnóstico efectivo.


Función social de la abogacía: Es de sobra conocida la multiplicidad de funciones que el abogado cumple en la vida social y los servicios que presta en la administración de justicia. Además, son igualmente importantes sus servicios como juez o magistrado, catedrático o funcionario público en aquellos cargos en los que el título de abogado es indispensable para ejercer, como es el caso de fiscales, procuradores, miembros del Consejo Nacional de la Judicatura, etc. Los abogados han ejercido en el pasado una gran influencia en la vida política y social del país, cosa que en la actualidad ocurre con menos frecuencia no obstante el considerable aumento de su número y que algunos de los problemas más serios que afronta el país están vinculados a la escasa efectividad de la legislación y a deficiencias graves en la administración de justicia.


Aspectos cuantitativos: Es un hecho fácilmente observable el continuo aumento del número de abogados autorizados por la Corte Suprema de Justicia, al punto de ser la profesión más numerosa del país. Según el magistrado del máximo tribunal Ulises del Dios Guzmán, a junio del año 2005 había 10,757 abogados autorizados y 4,130 notarios en igual condición, y como es obvio, esa cantidad es mayor en la actualidad, al menos en lo que se refiere a los abogados, pues en el caso de los notarios el aumento es insignificante dada la cantidad de aspirantes reprobados en los exámenes para obtener la autorización respectiva.


Causas de la expansión: El significativo aumento de las personas que eligen la carrera de derecho y que se gradúan como abogados obedece a diferentes causas, entre las que se puede mencionar el elevado número de universidades privadas establecido en el país en las que la carrera de Derecho es una de las más frecuentes y accesibles, tanto en términos territoriales como económicos. Se sabe que en la actualidad funcionan más de 20 escuelas de derecho con una población estudiantil que excede los 20 mil. Otro factor que ha incidido es, sin duda, la expansión experimentada por la administración de justicia en lo que se refiere a número de tribunales, fiscales y defensores públicos que han creado numerosas oportunidades de empleo para los abogados, mientras en otras carreras, como la Economía, Sociología, Agronomía, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, las mismas universidades se han encargado de no ofrecerlas por falta de aspirantes a las mismas a causa de la escasez de oportunidades de empleo y poca demanda en el mercado.


La misma abundancia de escuelas de derecho ha demandado una gran cantidad de profesores en las diversas materias que forman el pensum de la carrera, convirtiéndose esta demanda en otro incentivo más la abogacía.


De igual manera, la copiosa legislación y el surgimiento de nuevas áreas en materia jurídica ha exigido la dedicación de muchos abogados a esos nuevos campos que se diferencian de los tradicionales y ofrecen valiosas oportunidades a quienes se especializan en los mismos.


La misma complejidad generada por la diversidad de ramas del derecho obliga a superar las limitaciones del bufete individual y va exigiendo cada vez más el establecimiento de firmas de abogados de diversas especialidades. Esto conlleva a la contratación de abogados como empleados de las firmas, aumentando las oportunidades de trabajo.

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